¿Qué es la

pedagogía Waldorf?

El currículo Waldorf se sostiene sobre la profunda comprensión del desarrollo del ser humano, constituido por cuerpo, alma y espíritu.

La Pedagogía Waldorf

La pedagogía Waldorf fue creada por el filósofo y pedagogo austriaco Rudolf Steiner en 1919, buscando el desarrollo de cada niño y niña en un ambiente libre y cooperativo, sin exámenes y con un fuerte apoyo en el arte, música y oficios. Se sustenta en los principios de la Antroposofía. El objetivo de la Pedagogía Waldorf es conducir al niño hacia un desarrollo equilibrado, educando la totalidad de su ser para que en el futuro sea un adulto capaz de enfrentar íntegramente los desafíos de su época. Para realizar esta labor se trabaja sobre tres principales ámbitos: El ámbito Intelectual, emocional y psicomotor cultivando valores como el respeto, responsabilidad, empatía, devoción y belleza. El currículo Waldorf se sostiene sobre la profunda comprensión del desarrollo del ser humano, constituido por cuerpo, alma y espíritu. El conocimiento se entrega de manera artística, permitiendo un desarrollo de la voluntad, equilibrando el sentir y activando él pensar, buscando despertar en cada individuo, un genuino interés por el aprendizaje a través de vivencias como caminatas por el campo, trabajo práctico y artístico, manualidades, instrumentos, festividades y estaciones del año. Su pensamiento creativo, orientado a dar soluciones a nuevos problemas, el desarrollo de la responsabilidad personal y su autonomía juegan un papel importante en ello.

Es primordial que los que acompañan a los niños estén en constante estudio de Antroposofía, observación del Niño y autoeducación, por lo que generamos charlas, seminarios y oportunidades para aprender y desarrollarnos en esa línea. La pedagogía Waldorf tiene más de 100 años de historia que está presente en todo el mundo (cerca de 100 países) y cuenta con más de 1.100 escuelas (640 escuelas solo en Europa), 2.000 jardines de infancia y 600 centros de educación especial, lo que constituye uno de los movimientos escolares independientes más grandes a nivel internacional. Los principios de esta pedagogía están avalados por multitud de países y organismos, entre ellos la organización internacional de escuelas de la UNESCO. Tras el informe de la Comisión Internacional para educación de 1995, la UNESCO propuso el sistema Waldorf como modelo educativo para el siglo XXI, por haber demostrado durante 80 años su adaptación a cualquier entorno, cultura y religión, así como por sus enormes beneficios.

 

 

 

Septenios

Los principios de la Pedagogía Waldorf se sustentan en la Antroposofía, ciencia que estudia en profundidad todas las etapas del desarrollo humano desde una mirada holística, por lo que su labor se centra en acompañar al ser humano en cada una de estas etapas y en su propia biografía.

La Antroposofía divide la biografía del ser humano en septenios, siendo los tres primeros los cimientos de una madurez sana y libre en su más profundo significado. En cada uno de estos ciclos de siete años el ser humano va desplegando distintos ámbitos fundamentales para su vida, siendo estos la voluntad, él sentir y el pensar.

Para que estos se desarrollen adecuadamente se requiere acompañarlos con distintas herramientas pedagógicas, he aquí la gran misión de la Pedagogía Waldorf. Por esto es que maestras y maestros se comprometen genuinamente con un camino de autoconocimiento, auto educación y formación constante.

 

Primer Septenio (0 – 7 años)

El mundo es bueno

En sus primeros años el Ser Humano centra sus energías en el despliegue, construcción y conquista de su cuerpo físico, siendo el movimiento la forma que tiene de explorar tanto su cuerpo como el mundo que le rodea. Es por eso que para la Pedagogía Waldorf es primordial proveer de estímulos para esta exploración, fomentando el juego libre y procurando un continuo contacto con la naturaleza.

A esta edad el ser humano se encuentra totalmente compenetrado con el mundo, por lo que es permeable a todo lo que le rodea, sin oponer resistencia alguna, por esto es fundamental propiciar un entorno apto en todo ámbito. El aprendizaje en esta etapa es a través de la imitación, por eso todo lo que se realice en torno al niño y la niña debe ser digno de imitación, en donde cada actividad que desarrolle esté llena de un sentido real y acorde con la etapa de desarrollo en la que se encuentre

Segundo Septenio (7 – 17 años)

El mundo es bello

Con el inicio de la segunda dentición nos comenzamos a adentrar en el segundo septenio, donde este hito fisiológico nos habla de que la primera gran misión de conformar el cuerpo físico ha llegado a su fin, por lo que las energías están disponibles y dirigidas al inicio de la etapa escolar, en donde el sentir se convierte en el puente entre el ser humano y el mundo, es por ello que siempre los acompañará el desarrollo de actividades artísticas en donde podrán ir desplegando este ámbito y a través de ellas comenzarán a dar poco a poco sus primeros pasos en esta etapa escolar.

A medida de que se avanza en este septenio se van acompañando los distintos procesos del desarrollo incorporando paulatinamente nuevas materias, que se llenan de verdadero sentido, pues acompañan su sentir en cada una de estas etapas, convirtiéndose en el alimento anímico que necesita en cada una de ellas. 

Así tras haber conquistado su cuerpo físico en el primer septenio, en confianza al experimentar que “el mundo es bueno” y habiendo desplegado su sentir explorando que “el mundo es bello”, podrá hacerse camino con más herramientas para buscar su identidad disfrutando lo verdadero.